Kazajstán, ese extraño rival que creció a costa de gas y petróleo

El equipo euroasiático basa su éxito tenístico en una política deportiva ambiciosa. ¿Cuál? Una fuerte inversión en infraestructura y, sobre todo, la nacionalización de jugadores rusos. Un argentino es parte del fenómeno

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 AP 162
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Entre resultados más o menos previsibles, de pronto los ojos del tenis se posaron ayer en Ostrava para tratar de entender cómo ese país llamado Kazajstán, debutante en el Grupo Mundial de la Davis, le ganaba a domicilio a República Checa, tras levantar el 1-2 del sábado.

Un resultado que lo depositó en cuartos de final, donde ya esperaba Argentina, el país que deberán visitar para disputar la serie que tendrá lugar entre el 8 y el 10 de julio. El segundo batacazo tras derrotar en el repechaje del año pasado a Suiza, aunque sin Roger Federer como rival.

¿Cómo se explica este fenómeno? Sencillamente, este país que se independizó de la Unión Soviética en 1991 y empezó a competir en Copa Davis de forma independiente en 1995, creció en el mundo del tenis a costa de ambiciosas inversiones impulsadas por el propio presidente de la República, Nursultan Nazarbayev, un gran fanático del tenis.

Entre otras cosas, la máxima autoridad del país que basa su economía en el gas y el petróleo hizo construir unas 200 canchas de tenis, pero, sobre todo, estimuló la nacionalización de jugadores rusos que no tenían lugar en su país de origen. Tentándolos con dinero, claro.

Los cuatro que convocó el capitán kazajo, Yegor Shaldunov, cumplen esa condición: Andrey Golubev (43), Mikhail Kukushkin (63), Yuri Schukin (127) y Evgeny Korolev (231). Ninguno de ellos vive en el país al que representan.

Korolev es entrenado por el argentino Gabriel Markus (llevó a David Nalbandian a la final de Wimbledon 2002, entre otros logros), quien a su vez el año pasado trabajó con Kukushkin. En su blog personal –gabrielmarkus.blogspot.com–, el ex número 36 del mundo (y único argentino que logró vencer a Pete Sampras) contó cómo por influencia del titular de la Federación kazaja, Bolat Utemuratov, cambió un jugador por otro porque el primero no le convencía.

Y definió en pocas palabras a Utemuratov, en cuya oficina lucen fotos con Dmitri Medvédev, Vladimir Putin, Bill Clinton y George Bush: "Es un hombre muy poderoso que trabajó en el gobierno ruso y es asesor económico de su gobierno y también lo fue de Putin, por ejemplo. Hoy hace negocios con el gobierno y sus empresas se relacionan con presidentes de los Estados Unidos y del resto del mundo".

Golubev, el mejor jugador del equipo, representó a Rusia hasta Wimbledon 2008, y luego lo hizo por Kazajstán, con la que firmó un contrato de tres años. Aunque, según reconoció tiempo atrás, cuando caduque el vínculo, esta temporada, "quizás represente a Italia", el país donde vive y se entrena actualmente. De eso se trata Kazajstán, la bandera que se alzará en –probablemente– el Parque Roca en julio próximo. Para ese entonces, Argentina no querrá alimentar aún más la gran sorpresa de la Copa Davis.

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