Venezuela se cubaniza. Hugo Chávez anunció, sin fecha precisa de lanzamiento, un sistema de cédulas de racionamiento que limitará la compra de alimentos.
Cada venezolano tendrá una libreta –que Chávez llamó "cédula del buen vivir"– en la que se llevará registro de qué se compra en las redes estatales de supermercados [mercales] y cuándo lo hace.
"No es para promover el consumismo, sino para comprar lo justo", explicó el bolivariano.
El plan no prevé que el Gobierno colabore en la alimentación de los ciudadanos, cada vez más complicada por la creciente inflación que afecta a la canasta básica. La "cédula" será emitida por el Banco de Venezuela y descontará las compras directamente de las cuentas sueldo o cajas de ahorro de los venezolanos.
El Banco de Venezuela (el ex Banco Santander, nacionalizado por Chávez) activará puntos de venta en los cuales se podrá pagar con la "cédula del buen vivir".
Además, Chávez adelantó que radicalizará su revolución bolivariana "rumbo al socialismo", después de las elecciones legislativas del 26 de septiembre. Descartó, también, cualquier tipo de acuerdo con la oposición.
"Ese es nuestro plan, aquí no está planteado acuerdo alguno con la burguesía traidora, con esta oposición apátrida", agregó el mandatario.
Chávez se mostró confiado. Aseguró que su Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ganará más de dos tercios de los 165 escaños de la cámara legislativa, aunque alertó que nadie en sus filas debe "sentirse invencible".
Agregó que lo que ocurra el 26 de septiembre será un preludio de lo que pasará en las elecciones de diciembre de 2012, para cuando Chávez buscará una segunda reelección hasta 2019.
En febrero el bolivariano cumple 12 años en el poder.