A través de una revisión de datos publicada recientemente en la revista British Medical Journal (BMJ), los profesionales responsables de 13 estudios en los cuales participaron más de 170 mil personas confirmaron una vez más que una ingesta regular de sodio mayor a los cinco gramos incrementa 23% el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular, y 17% el de enfermedad cardíaca. La buena noticia es que los efectos positivos de la reducción se mantuvieron por 10 a 15 años.
El consumo de sal fue históricamente relacionado con la posibilidad de padecer el incremento de la presión arterial. Sin embargo, en los últimos años también comenzó a hablarse de la incidencia de esta costumbre culinaria en el desarrollo de patologías cerebrovasculares y cardíacas.
Es por eso que un equipo de profesionales se propuso analizar datos de 13 estudios, en los cuales participaron más de 170 mil personas para tratar de establecer la verdadera relación entre ambos factores.
Reducir el consumo diario tiene importantes beneficios
La conclusión de esta experiencia, tal como consta en la reciente edición de la publicación British Medical Journal (BMJ), es contundente: "el consumo diario de sal, cuando es superior a los cinco gramos (casi el tamaño de una cucharadita de té), incrementa un 23 por ciento el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular, y 17 por ciento el de enfermedad cardíaca".
"Esa medida es la recomendada como 'ideal' por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y en base a la cual decimos que, si nos circunscribiéramos a ella, podríamos evitar más de un millón de muertes por accidente cerebrovascular y casi tres millones por enfermedades cardíacas al año, a nivel mundial", sostuvieron los responsables de la revisión de estudios.
"Sin embargo, dado que medir la cantidad de sal que consumimos diariamente es muy difícil, a su vez calculamos que las cifras de beneficiarios podrían ser aun mucho mayores".
"En cualquier caso, es importante que todos sepamos que mientras menos sal consumamos, mejor salud tendremos a medida que pasen los años, dado que los resultados positivos obtenidos a través de la revisión de datos se sostuvieron por un período de entre 10 y 15 años", agregaron los especialistas en su declaración al BMJ.
Cambios necesarios
"Uno de cada dos argentinos aumenta su riesgo cardiovascular por el solo hecho de alimentarse mal. Esto significa que las posibilidades de sufrir hipertensión, colesterol alto o diabetes crecen; así como también y se multiplica la probabilidad de padecer un infarto o un o accidente cerebrovascular", remarcaron desde la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).
Vale aclarar que la observación no tiene que ver sólo con la sal, sino que también hace referencia a otros factores negativos de la alimentación de los argentinos en particular y los habitantes de occidente en general, entre los que se destacan la elección de alimentos grasos y la desestimación de las frutas, las verduras y las hortalizas.