La Agencia Federal Norteamericana de Control de Alimentos y Medicamentos (FDA) aseguró que, pese a que está prohibido el aborto, en la Argentina se venden 8.000 pastillas abortivas RU-486.
El fármaco es elaborado por el laboratorio Roussel Uclaf, de Francia, y es una antiprogesterona que se ingiere entre la séptima y la novena semana de embarazo para llevar adelante el aborto. En los Estados Unidos se vende bajo la marca Mifeprex o Early Option, mientras que en Europa bajo Mifegyne.
Sin embargo, la cantidad de pastillas vendidas no fue la única señal de alerta del organismo, ya que advirtió que, pese a que son ilegales en nuestro país, la demanda de las píldoras aumenta año tras año, en especial en jóvenes de entre 15 y 24 años, producto de los embarazos no planeados, lo mismo que el mercado negro de fármacos.
En el mismo sentido se expresó Marcelo Peretta, presidente del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos, quien dijo que "la venta ilegal de medicamentos para interrumpir embarazos está creciendo un 10% todos los años. Entre enero y agosto de este año se compraron 5.600 píldoras abortivas. Lo que indica que para fin de año la cifra será aún mayor que las 8.000 que dice la FDA".
A la hora de explicar el porqué de este crecimiento, Peretta apuntó que "un aborto quirúgico clandestino cuesta de $3.000 a 4.000 pesos. Si consideramos que en su mayoría son chicas jóvenes, hoy en día ¿quién tiene esa plata? Por eso recurren a la píldora: es más económica".
La forma de conseguirla y los riesgos
La píldora abortiva puede adquirirse mediante páginas de internet no oficiales y a través de un pedido por e-mail o por medio de ginecólogos, obstetras, estudiantes o supuestos estudiantes de ginecología, obstetricia, farmacia o enfermería. Además, a través de jóvenes que ya abortaron y quieren vender los comprimidos que les sobraron y por traficantes de medicamentos.
A la hora de hablar de riesgos, Carlota López Kaufman, ginecóloga y presidente de la Asociación Médica Argentina de Anticoncepción, explicó que la píldora puede provocar hemorragias severas. De hecho, apuntó, entre el 10% y 20% de las mujeres que pasan por este tipo de aborto necesita recurrir a trasfusiones de sangre.
Por su parte, Carlos Sananes, médico ginecólogo-oncólogo y director del Centro Médico de la Mujer, explicó: "Esta píldora es abortiva, sin lugar a dudas. Genera contracciones y grandes pérdidas de sangre para poder expulsar el embrión. Pero no en todos los casos se completa. Por eso, una de cada 10 mujeres debe someterse a un aborto quirúrgico para vaciar el útero", publicó el diario Clarín.