Para todos los que pasamos por la escuela, y para todos los que están pasando por ella, la institución es uno de los primeros lugares de pertenencia, de identificación social, uno de los primeros sitios donde se aprende de salud, de derecho y donde se acude a los compañeros en busca de ayuda ante diversos problemas; sin embargo, el flagelo de la discriminación hace que, a la vez, sea uno de los primeros lugares de conflicto con la propia persona.
Así lo demostró un sondeo realizado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) a 1.800 jóvenes, de entre 13 y 18 años, en Zárate, Quilmes (provincia de Buenos Aires), Godoy Cruz (Mendoza), Monteros (Tucumán) y la ciudad de Corrientes.
Según la encuesta, el 50% dijo haber sufrido alguna vez discriminación, sobre todo en la escuela. A la hora de preguntar los motivos por lo que se los señalaba, aparecen los rasgos físicos (53%), la posición económica (19%), el color de piel (17%) y la edad (17 por ciento).
Al mismo tiempo, el 55% de los jóvenes dijo haber sufrido violencia verbal en alguna ocasión y el 28% dijo haber sido víctima de violencia física.
A la hora de averiguar cuántos y a través de qué canales reciben información sobre salud, cuya mayor preocupación son la salud sexual y reproductiva, las adicciones, la violencia y la discriminación, y los trastornos alimenticios, sobre un 73% que la toma, el 61% aprendió en la escuela, el 29% gracias a la televisión, el 28% gracias a la familia y el 21% gracias a la vía pública.
De todas formas, pese a aprender en la escuela y por su familia, ante problemas de salud recurren a compañeros. Así lo indicó Cintia Cejas, coordinadora del proyecto, al decir: "Consultan con sus pares cuando se trata de temas asociados a la sexualidad, la relación con sus padres y en momentos de depresión", publicó el diario La Nación.