Grande fue la sorpresa de un jardinero cuando trabajaba en la parte trasera de una Iglesia de Yorkshire. Al remover unas malezas, descubrió la tumba de Harry Potter. La situación se volvió más extraña cuando se enteró que el reverendo a cargo del lugar se llamaba Richard Rowling.
Una lápida con el nombre del mago más famoso de la literatura y el cine había estado oculta desde 1919. Allí permanecen los restos de un joven que falleció a los 29 años.
La iglesia de San Lorenzo está a cargo de un religioso que posee el mismo apellido que la escritora que dio vida a las aventuras del joven de los anteojos chistosos. "¿Era una coincidencia?", se preguntaron los trabajadores del lugar.
Los chicos de esta zona del Reino Unido se acercan a ese lugar desde su descubrimiento. Desean ver la lápida que posee el nombre de su héroe mágico.
El diario Daily Mail publicó una fotografía de la tumba. La misma yace ahí desde mucho antes de la creación de este personaje ficticio. El reverendo aseguró no tener relación con la escritora de cuentos para niños.