El primer día de 2007, los porteños conocieron el infierno: una temperatura superior a los 35°C acompañada de una térmica que alcanzó los 43,9°C. Seguramente, quien no tuvo un aire acondicionado, pileta o excelente ventilador a mano no la pasó muy bien.
Pero todo parece indicar que es la falta de costumbre: hay lugares en la Argentina donde lo que pasó en Capital el lunes es ordinario, y la gente logra combatir con éxito tanta inclemencia natural.
Según información suministrada por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el lugar más caluroso del país es el departamento de Rivadavia, en la provincia de Salta, donde -¡en promedio!- se registran 35,2°C durante la completa extensión del verano. La sensación térmica supera holgadamente los 40°C y hasta los 50°C algunos días.
Además, Rivadavia tiene la particularidad de haber registrado la segunda temperatura absoluta más alta de la historia del país: 48,9°C el 12 de diciembre de 1905.
La primera fue Villa de María de Río Seco, en Córdoba, que registró 49,1°C el 2 de enero de 1920. No hay datos sobre la sensación térmica.
El "ranking" de los lugares más agobiantes ?de acuerdo con la temperatura máxima media registrada en verano- es el siguiente:
1. Rivadavia, provincia de Salta: 35,2°C.
2. Las Lomitas, Formosa y La Rioja, Capital: 34,4°C.
3. San Juan, Capital: 33,9°C
4. Santiago del Estero, Capital: 33,4°C
5. Catamarca, Capital: 33,4°C
6. Roque Sáenz Peña, provincia de Chaco: 33,3°C.
7. Formosa, Capital: 33°C.
8. Tinogasta, Catamarca: 32,9°C.
9. Resistencia, Chaco: 32,4°C.
10. Corrientes, Capital: 32,3°C.
Siguen en la lista: Posadas, Misiones, con 32,3°C; Orán, en Salta, con 32,1°C; Villa Dolores, Córdoba con 31,8°C; Ceres, Santa Fe con 31,8° y Oberá, Misiones con 31,7°C.
?Mata la humedad?
Consultada, María de los Milagros Skansi, auxiliar del departamento de Climatología del SMN, dijo que los puntos más calurosos del país registran máximas medias en verano por arriba de 32 y 34°C pero ?Misiones, Corrientes, la parte este de Chaco y también el este de Formosa, registran menos temperatura pero mayor humedad?.
Skansi advirtió que más complicado es el clima húmedo, porque ?no se puede transpirar bien y da una sensación de incomodidad para la piel, lo que no ocurre con el calor seco?.
La experta agregó que ?por supuesto no es lo mismo la sensación de una persona que vive en el lugar que la de una que no está acostumbrada a ese clima. El lugareño ya está adaptado, para el resto es necesario una aclimatación?.
Rivadavia y Orán: ?irrespirable?
Miguel González, de la Agencia de Extensión rural de Orán del INTA contó a Infobae.com cómo se vive en uno de los lugares más agobiantes del país.
?Aquí tenemos un clima particular. La concentración de lluvia va de octubre a febrero y algo de marzo: son más de 1000-1200 milímetros, y esa concentración de lluvia hace que tengamos mucha humedad. Esto hace irrespirable el aire?, dijo.
?Creo que nos habituamos. Lo asumimos, pero la gente que viene de otro lado no lo resiste. El aire acondicionado, la pileta, el agua permanente son recursos de primera necesidad. Por suerte tenemos muchos ríos cerca?, contó.
?Tengo familia en Rivadavia, que es el llamado ?chaco? salteño, cuya temperatura es seca. No hay mucha gente allí, y más allá de que el termómetro marque temperaturas altísimas, es seco y no se sufre tanto como en Orán, que es, digamos, un infierno?, aseguró.
Entre las costumbres de la población, González relató que ?a la mañana no se puede dormir por el calor, hay mucha gente que no tiene aire acondicionado, cierra la casa para que no penetre el calor, se cuida que el termostato de los coches no pase de las temperaturas normales. Aquí lo normal son 38°C a 39°C y la sensación trepa los 42°C en promedio?.
Pero tanto calor tiene su contracara: ?esta zona se caracteriza por cultivos primicia, por ejemplo, sacamos hortalizas en pleno invierno, zapallitos, tomates, pimientos, berenjenas, productos que no hay en otros lugares por las heladas, bananas, mangos, casi 80-90 de la exportación de pomelo de la Argentina, se saca de aquí?.
Siesta santiagueña
Una ama de casa santiagueña respondió al llamado de Infobae.com indicando que ?los días de mucho calor, lo que hacemos es bañarnos varias veces en el día. Si la casa es grande, se la cierra para que no penetre la luz del día y se conserve la temperatura de la noche?.
Personal del Hotel Coventry de ese mismo distrito indicó que ?en Santiago del Estero el horario comercial es de 8.30 a 13 y de 18 a 22. Entre las 13 y las 18 nadie sale, se duerme la siesta porque no hay nada para hacer con tanto calor. Lo que hacemos es tomar mucho agua y gaseosa, no salir al mediodía, dormir?.
Una empleada de la inmobiliaria santiagueña Pérez Curbelo indicó que ?en mi casa tengo aire acondicionado. Aquí es de primera necesidad. Casi no tenemos invierno. Este año, tuvimos sólo 3 días. Luego, hubo días de 32°C?, y agregó que ?ante la ola de calor hay que tomar mucho líquido?.
Es de esperar que a los porteños no les toquen muchos más días de calor récord. En tanto, mientras acompañe el menos áspero clima, no es desacertado pensar que, por suerte, no hay que convivir a diario con el agobio.