Un informe encargado por el gobierno británico adelanta un alarmante impacto económico y social por el cambio climático. En la Argentina, las consecuencias ya se comienzan a notar.
"Lo que se preveía en 1990 ahora se puede verificar: un aumento de alrededor de 0,2° por década", explicó el climatólogo francés Jean Jouzel, integrante del IPCC, el panel intergubernamental de expertos en cambio climático
Para enfrentar el calentamiento global, la Cancillería recibió del 26 a 27 de octubre estudios sobre vulnerabilidad, mitigación y adaptación al cambio climático en el país. Las 21 presentaciones abarcaron análisis regionales y por sectores, informó el diario Clarín.
Entre las consecuencias de la mayor temperatura, se encuentran las relacionadas a la disminución de los caudales del Río de la Plata. Esto atraerá aparejado pérdidas en hidroelectricidad, problemas en la navegación, dificultad para el abastecimiento y mayor contaminación.
El doctor Vicente Barros, del Centro de Investigación del Mar y de la Atmósfera de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, explicó que las principales pérdidas ocurrirán por la reducción de las nevadas en la cordillera de los Andes, de Cuyo al Comahue, que está generando menores caudales en los ríos. Pero la demanda de agua será mayor, por las altas temperaturas.
Durante el último siglo, la temperatura aumentó 1° en el territorio argentino. Se espera un incremento de 1,5° más para el 2030 en el norte y un 0,7° en el sur.
En la pampa húmeda y en el nordeste las lluvias torrenciales aumentaron en un 20 por ciento en los últimos años. Se hicieron entre 5 y 7 veces más frecuentes entre 1950 y 2000. Esto provocará desertificación y serios problemas para la agricultura.