Las razones por las que Kirchner le pidió la renuncia a Lavagna

Tras una semana cargada de rumores, la relación llegó a su fin. La batalla que venía perdiendo contra la inflación, las diferencias dentro del Gabinete y la falta de respaldo a la embestida del Presidente contra los formadores de precios determinaron su caída. Cómo influyó "el factor 2007" en la decisión

Guardar
  162
162
  162
162
  162
162

La cuenta regresiva comenzó el viernes, después de la participación de Roberto Lavagna en el coloquio anual de IDEA."No bancó todo lo que debía frente al índice de inflación que circulaba en IDEA", especulaban algunos operadores del mercado, "ni defendió la postura del Presidente en su fuerte embestida ante los supermercados", decían sin tapujo algunos empresarios.

Un integrante del Gabinete fue más explícito aún: "Lavagna no se jugó porque sabe que el desborde inflacionario es un tema de su incumbencia y no logró controlarlo, por eso tiró la pelota a los gremios y la suba de salarios". Con este mismo argumento descartaron su renuncia, "porque se iría derrotado y no es su estilo".

Sea como fuere, el vienes pasado Roberto Lavagna ya estaba fuera del ministerio más sensible del país. Hay quien sostiene que fue el propio Lavagna quien presentó la renuncia. Claro que, a esa altura, el Presidente ya tenía resuelta la salida del ministro y hasta su reemplazo: Felisa Miceli. Finalmente, Lavagna entregó su renuncia hoy por la mañana.

Quedaba cerrado así un ciclo que había comenzado en abril de 2002, cuando Duhalde intentaba apagar el incendio provocado por la deserción del gobierno de la Alianza, y Lavagna venía a poner un poco de racionalidad en medio del descalabro producido por la brutal devaluación del peso tras la salida de la convertibilidad, piloteada por Jorge Remes Lenicov.

En los últimos meses la fórmula aplicada por Lavagna comenzó a trastabillar. Sencillamente porque, al compás del sostenido crecimiento -que este año es del 9 por ciento-, la inflación comenzó a mostrar su lado más perverso y se transformó en el talón de Aquiles del ministro, que hasta ahora había sido victorioso en todos los frentes.

Algo que se encargó de poner en relieve el jefe de la CGT, el filokirchnerista Hugo Moyano, ex líder del combativo gremio de los camioneros. "La puja por los salarios -argumentó Moyano- no puede ser la razón de la inflación. Que Lavagna se ocupe de controlar el crecimiento de los precios", disparaba cada vez que podía.

*La incapacidad para controlar el brote inflacionario parece haber sido, en primer término, la clave de su alejamiento.
* En segundo plano: los sobrecostos de la obra pública, denunciados por Lavagna, fueron vistos desde el propio Gobierno como un intento de tirar la pelota afuera.
*Y la tercera clave, la buena imagen del ministro saliente, que podría deteriorarse ante una batalla perdida contra la inflación, y por lo tanto conspirar negativamente ante una eventual postulación presidencial para 2007.

Guardar