Un simpatizante del club de fútbol San Martín de Tucumán, murió anoche apuñalado por un grupo de presuntos hinchas de Atlético Tucumán, durante una pelea que se produjo tras el clásico provincial disputado el domingo por el torneo Argentino A de fútbol.
La víctima fatal fue identificada como Javier Estéban Sueldo, de 28 años, mientras que su hermano, Cristian Sueldo, de 21, resultó herido y fue trasladado al hospital Padilla, donde permanecía internado fuera de peligro, según informaron
autoridades de ese nosocomio.
Fuentes policiales señalaron que el hecho ocurrió alrededor de las 23.30, en la calle Larrea al 2.500, donde los hermanos Sueldo se encaminaban hacia su domicilio cuando pasó un automóvil en el que iban varios hinchas de Atlético.
Aparentemente los ocupantes del rodado se bajaron y comenzaron a provocar a los hermanos Sueldo, en relación con el clásico jugado por la mañana, que ganó San Martín 2 a 0.
La pelea terminó cuando tres presuntos hinchas del "Atlético" atacaron a puñaladas a los hermanos Sueldo, quien sufrieron heridas de gravedad a causa de las cuales Javier murió instantáneamente y su hermano debió ser trasladado de urgencia al hospital Padilla, en tanto que los agresores se dieron a la fuga.
San Martín y Atlético se enfrentaron ayer al mediodía en medio de un severo operativo de seguridad al que fueron afectados 800 policías, a raíz de la enorme rivalidad que existe entre ambas parcialidades.
Los problemas entre ambas parcialidades se agudizaron hace cuatro años cuando Gerardo Caro, de 18 años, simpatizante de Atlético, murió al ser baleado por integrantes de la denominada "barra del camión ", una fracción de la barra brava de San Martín,
al término de un partido amistoso que habían disputaron ambos equipos.
Desde aquel trágico suceso, San Martín y Atlético Tucumán no se habían enfrentado por competencias nacionales a raíz de los descensos de categoría que sufrieron ambos clubes.
Durante el encuentro el único inconveniente que se produjo fue la caída de un parapelotas de metal ubicado ante la tribuna ocupada por la parcialidad de Atlético, que cedió ante el peso de varios simpatizantes que se habían encaramado en la alambrada para alentar al equipo.